Las relaciones de pareja son una ventana muy grande de aprendizaje si decidimos verlas como tal.
La pareja no viene a llenar nuestros vacíos ni nuestras expectativas simplemente es otro ser humano que se atraviesa en este mundo con nuestro camino y que con su presencia en nuestra vida nos va a ayudar a evolucionar, se convierte realmente en una herramienta de trabajo personal.
Todo esto, si puedo verlo desde mi ser superior, mi luz. Esa parte profunda y sabia tan conectada a la totalidad de la existencia y qué se sabe en un proceso de evolución. Pero claramente vivimos la mayor parte de nuestro tiempo en esta vida desde nuestra máscara (ego), desde nuestro ser inferior (sombra) y pocas veces nos permitimos vivir desde nuestro ser superior (luz).
Desde la máscara, desde el ego siempre me voy a tomar personal las cosas siempre voy a reaccionar, voy a exigir, voy a demandar, me voy a sentir víctima y el otro va a ser victimario y desde este lugar siempre voy a crear historias de sufrimiento. Habrá momentos en donde mi ser inferior salga con un odio directo a esa persona porque me lastimó y entonces tendré actitudes de venganza de rencor y podré tocar la parte más oscura de mi.
Y todo esto no quiere decir que tengamos que vivir iluminados desde nuestra luz todo el tiempo, sin embargo, si tenemos el poder de decidir desde donde vivir las cosas. Tenemos conciencia, que es justo la herramienta para poder diferenciar desde donde estoy actuando.
Entre más consciente me haga de mis tres dimensiones y las trabaje más poder de decisión tengo para elegir cómo vivo las situaciones con mi pareja.
Las tres dimensiones existen dentro de mí y las porto diario. Si vivo sobre identificado con la máscara y con mi ser inferior casi nunca visito el espacio de mi ser superior pues me va a ser muy conocido y cómodo quedarme ahí. Se necesita practicar la flexibilidad para poder estar también en mi luz con más frecuencia, y desde ahí poder tener una visión más amplia de las cosas.
Preguntarme sobre estas tres dimensiones en mi es el principio para poder conocerme más profundo y saber porque actúo como actúo. Separar mis partes, conocerlas, ver el impacto de llevar consciencia y posteriormente integrarlas en mi.. abrazarlas y honrar su presencia.
Las relaciones y en especial la de pareja es un juego de proyecciones que requiere de mucha astucia mientras se vive el partido. Tanto para poder disfrutar el viaje como para poder ejercer limites amorosos a favor de un desarrollo sano y equilibrado. Compartir y compartirse en amor consciente es la meta. Y tanto el camino como la meta cada individuo lo vive de forma muy personal… sin embargo el amor es la energía que nutre el encuentro con el otro.
Ser superior, ser inferior y máscara - Trabajo del Pathwork